El día de la fiesta de la integración a la facultad había llegado, y el pequeño grupo, había concurrido a la universidad, para pasar un momento de diversión con sus amigos y parejas.
Era un sábado de octubre, Luciana había ido por un vaso con agua mientras esperaba, en medio de la universidad, que su enamorado Piero llegara al evento. De pronto, Luciana arrojó accidentalmente su vaso de agua sobre Pablo. En ese instante la fiesta se paralizó para ellos. No podían dejar de mirarse, estaban “enganchados” como por arte de magia. La llama de la atracción se había encendido, a pesar de que Luciana amaba a Piero. Después de un instante de miradas fijas…
-Disculpa, fue un accidente… es que venía distraída- le pidió Luciana a Pablo.
-No hay problema… es más, tenía calor – comentó Pablo con una sonrisa irónica.
Pablo, era un chico callado y solitario. Si se iba a la universidad se lo veía ahí y como por un poder extraño de pronto desaparecía. Su vida se tornaba en ir a las clases y a desaparecer. Quizás tenía un amigo quizás ninguno. Nadie lo veía hablar con alguien. Podría catalogársele de “aislado”.

Luciana no pudo resistir la risa que le causó la “ocurrencia” de Pablo y ambos rieron tímidamente. Este fue el primer paso que tuvieron hacia una amena e interesante charla que se prolongó durante toda la noche.
Dieron las 9 de la noche y el grupo de amigos de Luciana se había preocupado, pues ella no aparecía y ya era bastante el tiempo que había empleado para buscar un vaso de agua. Así que comenzaron su búsqueda.
CONTINUA...
¿BUSCARON DENTRO DE LA UNIVERSIDAD? o ¿BUSCARON FUERA DE LA UNIVERSIDAD?